Retos y soluciones para las empresas europeas en China: Perspectivas del documento de posición 2023/2024 de la Cámara de la UE
En nuestro resumen del Documento de Posición de la Cámara de la UE European Business in China 2023-2024, destacamos las principales preocupaciones de las empresas europeas en medio de la desigual recuperación económica pospandémica, los riesgos derivados de las cuestiones geopolíticas y la aplicación de políticas que prometan unas condiciones equitativas para las empresas extranjeras y nacionales, por un lado, y para el sector público y el sector privado, por otro. El Documento de Posición también hace varias recomendaciones a los responsables políticos para abordar los retos identificados y las posibles soluciones. Independientemente de los cambios de perspectiva, las empresas europeas siguen apostando por el crecimiento de China y desean desempeñar un papel en la evolución del mercado.
Traducción: Katherine Cheung García
La Cámara de Comercio de la Unión Europea en China (Cámara de la UE) ha dado a conocer su Documento de Posición sobre las Empresas Europeas en China 2023/2024 (el “Documento de Posición”). El Documento de Posición, que representa las perspectivas de la Cámara de la UE y su amplia red de más de 1.700 empresas miembros, esboza 1.058 recomendaciones para mejorar el entorno empresarial para las empresas europeas en China.
Reconociendo el atractivo histórico de China como mercado “predecible, fiable y eficiente”, el documento de posición destaca cómo esta percepción se ha erosionado entre las empresas europeas tras la pandemia de COVID-19 debido a diversos retos sistémicos, económicos y normativos.
A pesar de estas percepciones cambiantes del entorno empresarial chino, el documento de posición afirma que las empresas europeas siguen profundamente comprometidas con el mercado chino y el éxito de China. También subraya la importancia de un compromiso proactivo con China y de profundizar la cooperación UE-China en ámbitos de interés común, como el cambio climático, el desarrollo sostenible y la reforma de la OMC.
A continuación examinamos algunos de los principales retos a los que se enfrentan las empresas europeas, esbozados en el Documento de Posición, y las principales recomendaciones de la Cámara de la UE para mejorar el atractivo de China para los inversores europeos.
Retos de las empresas europeas en China
El documento de posición esboza una serie de retos que afectan al desarrollo de las empresas europeas en China, destacando los tipos de barreras ocultas a las que se enfrentan las empresas extranjeras y que van en contra de los esfuerzos del gobierno por atraer la inversión extranjera.
Entre ellos está la cuestión de atraer y retener el talento extranjero. El documento de posición señala que la población extranjera en China sigue siendo extremadamente baja, representando sólo el 0,06% de la población total en 2021. Además, aunque la población extranjera global ha crecido desde 2010, ha disminuido tanto en cifras absolutas como en tamaño relativo en ciudades clave como Pekín y Shanghái, donde se concentran las empresas extranjeras.
Según el documento, esta “salida de ciudadanos extranjeros ha dado lugar a una menor transferencia de conocimientos técnicos y mejores prácticas, así como a mayores dificultades de comunicación entre las sedes centrales y las operaciones en China”. Añade que, en algunos casos, esto ha provocado el aplazamiento de los planes de inversión o el cierre de las operaciones de las empresas en China.
Aunque las empresas europeas han acogido con satisfacción la decisión del Gobierno chino de prorrogar cuatro años más, hasta el 31 de diciembre de 2027, la política preferencial del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IIT) sobre los beneficios complementarios de los extranjeros, el documento de posición señala que “es probable que sigan siendo necesarias más políticas que puedan atraer nuevos talentos”. Entre otros problemas está la falta de “infraestructuras blandas”, como hospitales extranjeros y escuelas internacionales, que los talentos extranjeros de alto nivel procedentes de países desarrollados esperarían al trasladarse a un nuevo país.
El documento de posición señala que, aunque China ha realizado esfuerzos concertados para aumentar el acceso de las empresas extranjeras al mercado de determinados sectores, estas medidas no siempre se traducen en un aumento notable de la inversión debido a otros obstáculos normativos.
El documento de posición señala un ejemplo en la industria automovilística, donde China eliminó el límite a la propiedad extranjera, lo que llevó a una gran empresa automovilística europea a aumentar su participación en su empresa conjunta china en un acuerdo que representó aproximadamente la mitad de toda la IED procedente de la UE en 2022. Sin embargo, a pesar de la eliminación del límite de propiedad, el documento de posición afirma que muchas empresas automovilísticas extranjeras siguen enfrentándose a obstáculos tales como requisitos y procesos de aprobación poco claros.
Otros ejemplos señalados son el sector de la aviación, en el que, a pesar de que se han adoptado medidas para permitir a las empresas extranjeras ofrecer determinados servicios, la exigencia de que las agencias de ventas lleven a cabo largos procesos de verificación de los proveedores extranjeros las coloca en una situación de considerable desventaja frente a los operadores nacionales.
Las relaciones UE-China y su impacto en las empresas europeas
La relación bilateral entre la UE y China ha experimentado cambios considerables en los últimos años, ya que ambas partes buscan proteger sus intereses en un mundo cada vez más polarizado e inestable.
El documento de posición señala los paralelismos entre la renovada atención de China a la “autosuficiencia” y la estrategia de “des-riesgo” de la UE hacia China, en el sentido de que ambas estrategias “parten de la constatación de que la sobreexposición a cualquier fuente puede acarrear graves problemas si esa fuente deja de estar disponible de repente”.
Para reducir la exposición a posibles riesgos y garantizar la continuidad de la actividad, las empresas europeas adoptan cada vez más dos sistemas separados para sus operaciones en China y en el mundo, “incluidos los relativos a las cadenas de suministro, los datos y los sistemas de tecnología de la información (TI), y la dotación de personal”. Para las operaciones en China, esto significa localizar cada vez más sus operaciones. Esto puede implicar trasladar una mayor parte de la producción a China, animar a sus proveedores actuales a entrar en el mercado chino o sustituir a los proveedores extranjeros por proveedores locales “que tienen más probabilidades de ajustarse a las normativas y directrices chinas pertinentes”.
El documento de posición señala que esta estrategia conlleva ciertos riesgos y que no es viable para todas las empresas, en particular las pequeñas empresas con menos recursos.
Principales recomendaciones
El documento de posición esboza recomendaciones clave que abordan cuestiones sistémicas y económicas más amplias con el fin de mejorar el entorno para los inversores extranjeros. El documento señala que, si bien algunas de estas recomendaciones pueden aplicarse fácilmente mediante políticas específicas, otras requerirán “un enfoque sistémico”.
Impulsar el sector privado
En cuanto a la primera recomendación, el Documento de Posición afirma que “la priorización del sector público está obstaculizando la competencia y socavando la productividad en China”.
La disparidad entre los sectores público y privado de China ha crecido en la última década, un problema que se ha agravado aún más con la pandemia. Según los datos económicos chinos del primer semestre de 2023, el valor añadido de las empresas estatales creció un 4,4% interanual, frente a sólo un 1,9% en el caso de las empresas privadas. Además, la inversión en activos fijos (FAI) en la primera mitad de 2023 creció un 8,1 por ciento interanual para las empresas estatales, pero cayó un 0,2 por ciento interanual para las empresas privadas, mostrando una recuperación post-pandémica desigual. Y ello a pesar de que las pequeñas y medianas empresas (PYME) constituyen el grueso de las entidades corporativas en China.
El documento de posición señala como causas principales de esta disparidad el acceso desigual al mercado de las empresas públicas y las privadas y la posición ventajosa de las empresas públicas en el acceso a la financiación, la concesión de licencias, la contratación pública y la influencia en la formulación de políticas.
Los problemas a los que se enfrenta el sector privado han sido reconocidos por las autoridades chinas, como se señala en el Documento de Posición. El Gobierno chino también ha tomado varias medidas en los últimos meses para mejorar el entorno del sector privado, habiendo publicado medidas para impulsar el sector privado en julio de 2023 y medidas para impulsar la inversión extranjera directa en agosto de 2023.
La Cámara de la UE acogió con satisfacción las medidas para impulsar la IED en el momento de su publicación, afirmando que “podrían contribuir en gran medida a mejorar la confianza empresarial si se aplican de forma oportuna, coordinada y coherente”.
A la luz de estas cuestiones, la Cámara de la UE formula una serie de recomendaciones en torno a la reorientación de la reforma y la apertura, las reformas de las empresas públicas, la equiparación de las condiciones de competencia entre las empresas chinas y extranjeras, la eliminación de los obstáculos para atraer y retener el talento extranjero y la prestación de apoyo administrativo y financiero a las PYME. Además, el documento de posición insta a China a alejarse de una excesiva autosuficiencia y autosuficiencia, desarrollar estrategias matizadas para reforzar las cadenas de suministro y mantener su compromiso con la globalización.
Claridad y coherencia de la legislación
En segundo lugar, el documento de posición aborda lo que califica de “politización de los negocios” y leyes y reglamentos ambiguos que dificultan a las empresas la diligencia debida.
Señala la introducción de legislación nueva y modificada destinada a proteger la seguridad nacional y los intereses de desarrollo de China, como la Ley Anti-Espionaje modificada y la nueva Ley de Relaciones Exteriores. Dada la falta de directrices sobre lo que se considera “seguridad nacional” o “secreto nacional” en estos textos legislativos con respecto a la divulgación de información prohibida, “las empresas tienden a pecar de precavidas”, lo que puede “disuadir de nuevas inversiones”.
El documento de posición también señala que las empresas europeas se encuentran atrapadas en el punto de mira de legislaciones competidoras de la UE y China. En concreto, plantea la cuestión de que la Directiva de la UE sobre informes de sostenibilidad empresarial (CSRD), que entró en vigor el 5 de enero de 2023, “obliga a todas las grandes empresas y a todas las empresas cotizadas que operan en la UE a ‘divulgar información sobre lo que consideran riesgos y oportunidades derivados de cuestiones sociales y medioambientales, y sobre el impacto de sus actividades en las personas y el medio ambiente'”. Estos requisitos podrían contradecir directamente la legislación china sobre divulgación de información si no se aclaran las definiciones y parámetros específicos.
El documento de posición también señala que la ambigüedad de la definición de “datos importantes” en la legislación china de protección de datos e información personal crea dificultades similares para las empresas extranjeras.
Para abordar estas cuestiones, el Documento de Posición propone que el Gobierno entable un diálogo con otros gobiernos y con las principales partes interesadas para “despolitizar el entorno empresarial”.
Además, pide que se mejore la previsibilidad y fiabilidad del entorno normativo chino garantizando que las leyes y normativas sean específicas y estén claramente definidas, permitiendo a las empresas someterse a auditorías independientes para que se certifique que cumplen la legislación mundial.
Por último, el gobierno debe garantizar que los procesos administrativos sean transparentes, coherentes y predecibles, y las autoridades locales deben recibir orientación y formación adecuadas sobre cómo aplicar las leyes de forma coherente.
Impulsar el consumo y afrontar los retos socioeconómicos
El Documento de Posición aborda la necesidad de impulsar el consumo y la demanda para alimentar la recuperación económica de China.
El consumo en China se recuperó considerablemente en el primer semestre de 2023 tras el levantamiento de las restricciones COVID-19, pero se ha estancado en los últimos meses a medida que la confianza flaquea. En respuesta, los responsables políticos han lanzado una serie de medidas para impulsar el consumo en diversos sectores, como el de los electrodomésticos.
Sin embargo, el documento de posición señala que muchas de las medidas que se han dado a conocer “se centran predominantemente en el lado de la oferta, y no abordan los problemas del lado de la demanda que están induciendo a los consumidores chinos a mantener sus carteras cerradas”.
Estos problemas incluyen la debilidad del mercado inmobiliario, que concentra gran parte de la riqueza de los hogares chinos, el aumento del coste de la vida, sobre todo en las regiones orientales, y la falta de apoyo a los hogares en ámbitos como la vivienda asequible y los programas de bienestar social.
Para hacer frente a estos problemas de demanda, el Documento de Posición recomienda desarrollar y aplicar políticas de demanda que puedan impulsar el consumo interno y “proporcionar un panorama político más predecible para tranquilizar a los consumidores, de modo que no necesiten acumular grandes cantidades de ahorros en previsión de cambios políticos repentinos”.
Alinear la recuperación económica con una transición con bajas emisiones de carbono
El documento de posición plantea la preocupación de que la atención prestada a la recuperación económica y a garantizar la seguridad energética esté desacelerando potencialmente su transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono.
China se ha fijado dos grandes objetivos de reducción del carbono: alcanzar el pico de emisiones de carbono en 2030 y la neutralidad de carbono en 2060.
Sin embargo, el documento de posición señala que, desde su reapertura tras la pandemia de COVID-19, la recuperación económica se ha centrado en exportaciones e inversiones intensivas en energía, y el carbón ocupa un lugar destacado como medio de garantizar la seguridad energética. Entretanto, las empresas europeas que han asumido compromisos globales en materia de carbono se enfrentan a retos como “el acceso limitado a las energías renovables, la falta de orientaciones políticas claras, la escasez de la tecnología necesaria y los problemas relacionados con el régimen chino de comercio de derechos de emisión (RCDE)”.
Para alinear la recuperación pospandémica de China con sus objetivos climáticos, el Documento de Posición sugiere profundizar la colaboración entre la UE y China en materia de desarrollo sostenible y aumentar la cooperación en la elaboración de políticas medioambientales. Además, pide que se aborden los retos que plantea a las empresas la transición hacia la energía verde. Esto incluiría medidas como aumentar el acceso a fuentes fiables de energía renovable y permitir la participación de las empresas europeas en la transición ecológica de China.
Por último, pide que se eliminen las barreras reguladoras y de acceso al mercado que impiden a las empresas extranjeras que invierten en energías renovables y tecnologías verdes entrar en el mercado chino.
Recomendaciones para la UE y las empresas europeas
El documento de posición aboga claramente por que la UE adopte un enfoque proactivo en su compromiso con China. Aboga por un enfoque europeo unido y por profundizar la cooperación UE-China en áreas de intereses compartidos. Además, subraya la importancia de un compromiso continuado con las cámaras de comercio, los grupos de reflexión y las organizaciones industriales, que es esencial para la formulación de políticas informadas.
Esta postura coincide en gran medida con la de la Comisión Europea, que en su decisión del 30 de junio sobre su estrategia oficial hacia China también abogaba por mantener la colaboración con este país: “La Unión Europea seguirá colaborando con China para hacer frente a los retos mundiales y anima a China a adoptar medidas más ambiciosas en materia de cambio climático y biodiversidad, salud y preparación ante pandemias, seguridad alimentaria, reducción de catástrofes, alivio de la deuda y ayuda humanitaria.”
Es importante señalar que muchas de las cuestiones y soluciones recomendadas en el Documento de Posición son ya áreas prioritarias para el gobierno chino. Los retos a largo plazo, como la atonía de la demanda interna, la disparidad entre los sectores público y privado, la incoherencia en la aplicación de políticas y reglamentos, y la participación de la industria en el establecimiento de normas, son con frecuencia objeto de nuevas directivas y orientaciones políticas del Gobierno. Esto significa que muchas de las cuestiones planteadas se están abordando activamente.
Sin embargo, algunas de las cuestiones planteadas requieren soluciones a más largo plazo que pueden tardar muchos años en ver resultados, como abordar los problemas socioeconómicos que dificultan la demanda interna y ampliar la combinación de energías renovables en el suministro eléctrico. Además, cuestiones como la inestabilidad de la cadena de suministro y los obstáculos al comercio y la inversión derivados de disputas políticas pueden ser impredecibles y difíciles de gestionar, dadas las numerosas partes interesadas.
Aunque no todos los riesgos pueden mitigarse por completo, el documento de posición ofrece una lista de recomendaciones para que las empresas europeas gestionen sus operaciones en China. Entre ellas figuran mantener una sólida comunicación entre su sede central y sus operaciones en China, integrar al personal extranjero y chino para mantener equipos diversos, y establecer “equipos de desacoplamiento” para evaluar los costes relacionados con la localización y la desconexión de los sistemas globales.
También se aconseja a las empresas que vigilen los posibles riesgos políticos, las reacciones públicas y las condiciones del mercado, y que se preparen para las nuevas normativas mundiales sobre las cadenas de suministro y determinen los niveles de exposición a las sanciones actuales y potenciales. Por último, se anima a las empresas a que inviertan en actividades de promoción gubernamental a través de cámaras de comercio, asociaciones industriales y organismos de normalización.
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